El complejo se halla en una isla virgen donde se tiene una auténtica sensación de estar en una isla desierta como Robinson Crusoe. Mirihi, donde está situado el hotel, es una isla diminuta de solo 350 m de longitud y 50 m de ancho. Hay una espectacular zona coralina alrededor de la isla.
La isla proporciona al hotel un carácter muy especial que consigue hacer que todas las estancias sean memorables y únicas. Se ofrece un total de 36 habitaciones en este hotel de playa. Los huéspedes son recibidos en el vestíbulo con servicio de recepción 24 horas, caja fuerte y servicio de cambio de divisas. También se dispone de sala de TV, cafetería, bar y restaurante. Por un cargo adicional también hay disponible conexión a Internet por cable y WiFi, así como servicio de habitaciones y servicio de lavandería.
Los 36 chalés de 53 metros cuadrados están decorados con buen gusto y se dividen en 2 categorías. Hay un total de 30 Water Villas y 6 Beach Villas, todas ellas con muebles especialmente diseñados y suelo de parqué. Todas ellas disponen de cuarto de baño privado con ducha y secador de pelo, además de camas dobles o extra grandes. Disponen de teléfono de línea directa, equipo de alta fidelidad, conexión a Internet, minibar, cafetera/tetera y lavadora, así como set de plancha.
Se pueden practicar buceo, submarinismo, piragüismo, windsurf, hacer avistamientos de tiburón ballena, ir al cine de playa, tomar cócteles con los directivos y bucear por la noche, entre otras actividades de entretenimiento. Los huéspedes pueden relajarse en las tumbonas con sombrillas que hay en el recinto y en la playa de arena que hay cerca. Los huéspedes también pueden disfrutar de un masaje (por un cargo extra), practicar vela o catamarán (ambos, por un pago adicional) o jugar al ping-pong, voleibol o vóley-playa durante su estancia.
Los huéspedes pueden seleccionar su desayuno, almuerzo y cena de bufet. El almuerzo y la cena también se pueden pedir a la carta o de menú.
