Situado en su propia isla tropical en las Maldivas, este exclusivo resort está rodeado de playas vírgenes de fina arena blanca, mar turquesa y palmeras. El complejo cuenta con un estilo "barefoot chic", que combina un ambiente relajado con un diseño sofisticado. Los huéspedes pueden elegir entre villas de playa rústica y lujosas villas de agua que se encuentran sobre pilotes en el agua cristalina, todas con aire acondicionado y modernas comodidades, como conexión Wi-Fi gratuita. Manta, el restaurante principal con suelos de arena blanca y vistas al mar, sirve deliciosas comidas de estilo bufé, mientras que Alizee ofrece la oportunidad de saborear el pescado fresco a la parrilla en la playa. Los huéspedes pueden pasar las tardes relajándose con un masaje en el spa, descansando en la playa, y de compras en la boutique de ropa y artesanías de producción local, mientras que los huéspedes más aventureros pueden practicar windsurf, pesca de noche, buceo y snorkel.
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