Una escapada romántica es perfecta para celebrar una ocasión especial, para huir del mundo y disfrutar de la vida a solas con tu pareja, para bordar una reconciliación o porque, simplemente, os apetece descubrir una nueva ciudad que alimente vuestro amor. En Europa hay muchos destinos superrománticos. Algunos surgen naturalmente, como Roma, Praga y París; otros, sin embargo, quizá no sean tan obvios a primera vista. A continuación podréis comparar y elegir vuestro destino romántico entre 13 ciudades europeas maravillosas, ideales para organizar esa anhelada escapada con la media naranja.
La atmósfera de Roma, especialmente durante un paseo nocturno por la ciudad, hace que la llama del amor se encienda en cada mirada. Alcanza el máximo glamour reservando entradas para la ópera, que vibra en el corazón de Roma. También podéis, simplemente, pasear por el Trastévere o por los jardines de Villa Borghese o la Villa Medici, contemplar la ciudad desde un crucero por el Tíber o pedir un deseo juntos lanzando una moneda a la Fontana di Trevi. ¿Un momento único? Contemplar una puesta de sol desde el Giardino degli Aranci (Jardín de los naranjos) o desde el Puente Sisto.
Lo más romántico: una cena a la luz de las velas en una azotea con vistas a la ciudad. Varios hoteles las ofrecen.
Entre castillos y palacios, Praga despliega sus escenarios de cuento de hadas para disfrutar de una escapada en pareja inolvidable. El Puente de Carlos desdobla su belleza: por las mañanas, velada por la niebla; al atardecer, a la luz de sus antiguos faroles, otorgándole una halo increíblemente romántico. Al final del puente se sitúa la isla Kampa con su paisaje de ensueño, testigo de miles de pedidas de mano. También podéis asistir a la ópera, pasear en un antiguo descapotable y navegar por el río Moldava, sin olvidar la bonita colina de Petřín, también conocida como la "colina de los enamorados".
Lo más romántico: un relajado paseo por el Castillo de Praga, destinando tiempo al Callejón Dorado y el jardín Real.
La dual capital de Hungría seduce a todos los viajeros y consigue sin esfuerzo que las parejas se enamoren de ella de por vida. Famosa por sus balnearios, Budapest invita a disfrutar del relax en centros como Széchenyi —donde podéis reservar un masaje en pareja— y a cruzar sus puentes sobre el Danubio tomados de la mano al anochecer. También podéis subir al tranvía 2 en Pest, que sigue la ribera del Danubio, explorar la isla Margarita y, en la encantadora colina Gellért, contemplar el Danubio y la ciudad de Budapest desde las alturas en todo su esplendor.
Lo más romántico: un idílico crucero por el Danubio al atardecer.
Venecia viene a la mente de inmediato cuando se piensa en una escapada romántica, y con razón. Un paseo en góndola por el Gran Canal lo tiene todo para sentir el amor a flor de piel, y también cruzar los puentes de Venecia bajo las estrellas, o experimentar en pareja las sensaciones que despierta la plaza de San Marcos y sus monumentos. Subid al Campanile para hacer fotos panorámicas estupendas y embarcaros en un vaporetto hacia la isla de Murano para visitar las famosas fábricas de cristal y haceros un regalo especial.
Lo más romántico: perderse por el Barrio Judío..
Los cafés de París ofrecen una mezcla de romanticismo, arte, bohemia vintage y sabores deliciosos. Puedes desayunar y cenar en los cafés de París, y siempre os quedarán vivencias imborrables de vuestra escapada romántica. Podréis hacer un recorrido por los iconos parisinos, como son la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y la catedral de Notre Dame, con una visita al Museo del Louvre o un romántico paseo por los jardines de Versalles. Haceos una foto en Le mur des je t’aime, un muro de la Place des Abbesses donde se lee "te quiero" en 250 idiomas.
Lo más romántico: un paseo en barco por el Sena, con cena incluida.
Desde lejos, Londres se muestra como una ciudad histórica y sobria. Una vez allí, ¡es maravilloso descubrir cuánto romanticismo atesora! En una escapada romántica a Londres podéis subir a la noria de London Eye, visitar Kew Gardens y tomar el té de la tarde o perderos por otros preciosos parques londinenses. El Holland Park, por ejemplo, alberga un hermoso jardín japonés. Si sois amantes del cine, acercaos a los escenarios del rodaje de Notting Hill, entre ellos las esquina de Westbourne Park y Portobello Road y la librería The Notting Hill Bookshop. Os encantarán.
Lo más romántico: un paseo por la pérgola de Hampstead Heath, con una cena romántica como broche de oro.
Una escapada romántica a Ámsterdam está llena de posibilidades, desde navegar por los canales en un bote a pedales hasta pasear por el Vondelpark o sumergirse en el ambiente art déco del Teatro Tuschinski para pasar una tarde de cine. Otras opciones, según vuestras preferencias, son disfrutar de la atmósfera liberal de los coffee shops o alquilar bicis y explorar la ciudad a vuestro ritmo. Parad a tomar algo en el Spanjer en van Twist, y culminad la jornada en un crucero para contemplar la iluminación de puentes y canales.
Lo más romántico: una cena en completa oscuridad, con un servicio de lujo, en el restaurante Ctaste.
Caminar de la mano por Sevilla es ya, de por sí, muy romántico. Además de estar repleta de monumentos fascinantes, la ciudad desborda de rincones mágicos, especiales para descubrir en pareja. Pasear por el parque de María Luisa es realmente un placer, principalmente en su zona más romántica, la glorieta de Bécquer. También despiertan muchas emociones compartir un crucero por el Guadalquivir, cuando el sol lanza los últimos destellos del día sobre la ciudad y recorrer el callejón del Agua, con sus flores, glorietas y bancos de cerámica.
Lo más romántico: relajarse en los baños termales Aire Ancient Baths, en una espléndida casa palacio del siglo XVI.
Oporto destila un romanticismo que hace latir con fuerza tu corazón a cada paso. Todos los planes son perfectos para vivir el amor: desde pasear por la ribera del río Duero o por la muralla Fernandina hasta desembocar en un precioso oasis urbano, como son los jardines del Palacio de Cristal. También os encantará pedalear por el parque da Cidade, sumergiros en el encanto de la librería Lello y subir al mirador Serra do Pilar, en Vila Nova de Gaia.
Lo más romántico: cenar en la terraza del restaurante Intrigo de Porto, con vistas al Duero.
Brujas es considerada una de las ciudades más románticas del mundo por muchas parejas, y tienen sobradas razones para afirmarlo. Esta ciudad del siglo XI es una verdadera maravilla, y despliega espacios tan bonitos como el Minnewaterpark, con su lago del Amor donde nadan tranquilamente los cisnes, o el sosegado parque de la Reina Astrid. Junto al Museo Groeninge se ubica el Puente San Bonifacio, donde se logran algunas de las fotos más bonitas de la ciudad. Haced un alto en alguna de las tiendas de chocolates: valdrá la pena.
Lo más romántico: una cena a la luz de las velas en el elegante restaurante Le Mystique.
El corazón de Estambul ofrece el ambiente perfecto para disfrutar de una fantástica escapada romántica sin salir de Europa. Aunque, por supuesto, algo de Asia vas a explorar en esta legendaria ciudad. Si os gustan los balnearios, daos un baño turco en pareja en, por ejemplo, el lujoso Suleymaniye Hamam. Es un placer, además, visitar la mezquita de Santa Sofía (con sus maravillosos mosaicos y su enorme cúpula), la mezquita Azul, el Palacio de Topkapi y la Cisterna Basílica, con su suave música y su tenue iluminación.
Lo más romántico: saborear un té en la atmósfera íntima de Pierre Loti Tepesi, con vistas al Cuerno de Oro de Estambul.
Son muchos los enamorados que eligen Burdeos como destino perfecto para una escapada romántica. Situada en el sudoeste de Francia, la ciudad acoge a los viajeros en medio de viñedos y paisajes de belleza excepcional. Pasear admirando los barcos en el Puerto de la Luna, visitar la catedral de San Andrés, saborear una copa de vino en una terraza de la Place Royale y alojarse en una casa rural a las afueras de la ciudad son planes ideales para desconectar del mundo y unirte más a tu pareja.
Lo más romántico: cena con menú sorpresa en el acogedor restaurante Miles, a cargo de una joven pareja de gastrónomos.
Si os apetece indagar un poco en la cultura de Dubrovnik y compartir distintas sensaciones, en una escapada romántica en esta joya de Dalmacia podréis perderos en su bello casco antiguo. Además, os encantará visitar museos y galerías de arte o asistir a un espectáculo teatral o musical en el Teatro Marin Držić, de deslumbrante estilo barroco. Otros muy buenos planes son contemplar la puesta de sol desde un kayak en la bahía de Pile, dar un paseo vespertino por las murallas medievales de la ciudad y hacer una sesión de fotos con un fotógrafo local.
Lo más romántico: una experiencia de spa con masaje en pareja en Touch of Thai Massage and Spa.
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