Un paseo por Ámsterdam más allá de sus canales y parques.
Ejemplo de tolerancia, multiculturalidad y respeto. Ámsterdam ha hecho trizas la etiqueta de «lugar donde todo vale» a base de una potente oferta cultural y de ocio alimentada por un legado artístico a la altura. Esto, junto a la belleza de sus canales y parques y una arquitectura particularmente singular –hablamos de sus estrechas e inclinadas fachadas– que da cuenta del ingenio y pericia de sus habitantes, la convierten en el destino perfecto para una inmersión cultural de 48 horas.
En busca de la oreja de Van Gogh.
No se nos ocurre mejor forma de aterrizar en la capital holandesa que recorriendo la telaraña de canales que justifica su apodo como «Venecia del Norte». Después de un breve paseo por el barrio Grachtengordel –o «anillo de canales»– y sus famosas «Nueve Calles» donde, por cierto, se encuentra el interesante Museo de los Canales, la vuelta a tierra firme nos regala galerías de arte como AbrahamArt, una de las más importantes de Europa. Desde aquí son apenas 15 minutos caminando hasta el Museo Van Gogh, otro de los ineludibles cuando viajes a Ámsterdam si te apasiona la obra del neerlandés. Impresiona ver «Los girasoles» tan de cerca. Muy cerca, en el Rijksmuseum, otro colosal edificio de ladrillo rojo del mismo arquitecto que la Estación Central, encontramos obras maestras de otros grandes del arte holandés del siglo XVII como Rembrandt, cuya Casa Museo es también digna de visitar. El abanico de imprescindibles de esta zona junto al Museumplein lo completan el moderno MOCO Museum, con obras de arte contemporáneo de Banksy o Andy Warhol, entre otros, y el Museo Stedelijk, que posee trabajos de Cézanne, Picasso, Chagall o el holandés Mondrian.
La casa de madera más antigua de Ámsterdam. Tras esta rimbombante inscripción se esconde uno de los jardines y patios más tranquilos de toda la ciudad. Se trata del Begijnhof, un recinto en el que vivieron las beguinas –o mujeres con vocación de servir y vida casi monacal– de la ciudad. Terminamos el recorrido en la Plaza Dam, la más importante de la ciudad, para conocer el Palacio Real y la Nieuwe Kerk o Iglesia Nueva. Ámsterdam, nos volveremos a ver.