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10 cosas que hacer en los países nórdicos durante el verano

Unos días de vacaciones de verano en los países nórdicos te revelan la belleza y el colorido de sus paisajes. Las temperaturas son muy agradables y, junto al fenómeno del sol de medianoche, te impulsan a disfrutar de un sinfín de actividades al aire libre, tanto de día como de noche. Salidas en kayak, rutas de senderismo, baños en la playa o cruceros por los fiordos de Noruega bajo esa luz nocturna tan cálida, entre rojiza y amarillenta, son experiencias inolvidables. A continuación, te proponemos algunas de las magníficas vivencias que puedes vivir de primera mano en los países nórdicos durante el verano. 

  1. Natación urbana en Copenhague
  2. Un crucero por los fiordos de Noruega
  3. Relajarse en la Laguna Azul en Islandia
  4. Esquí de verano en Noruega 
  5. Kayak en Estocolmo
  6. Avistamiento de ballenas en Reikiavik
  7. MTB Iron Curtain Trail desde Finlandia
  8. Rafting en aguas bravas en Noruega 
  9. Senderismo en las Islas Feroe
  10. Acampada libre en Suecia

1. Natación urbana en Copenhague

Únete a los copenhagueses y refréscate nadando en el complejo urbano de piscinas y aguas termales del puerto de Copenhague. Es una zona al aire libre diseñada para el disfrute de bañistas de todas las edades. De hecho, hay una piscina para niños, otra para jóvenes pensada para la práctica de deportes acuáticos, dos piscinas interconectadas que permiten nadar y practicar saltos, respectivamente, y una zona acotada para baños en el mar. También hay un sector para tomar el sol tranquilamente rodeado del típico ambiente danés, cosmopolita y sencillo. La zona termal se habilita en invierno, para quienes no pueden dejar de nadar ni en la estación más fría.

No te lo pierdas: pedalea hasta la playa de arena blanca y fina de Amager Strandpark, a 5 km del centro de Copenhague. 

2. Un crucero por los fiordos de Noruega

Declarados Patrimonio de la Humanidad, los fiordos noruegos conforman un entorno natural indescriptiblemente hermoso. Las lenguas de mar se adentran en la costa, apoderándose de valles que otrora fueron glaciares. La costa oeste de Noruega es un espectáculo de grandes montañas, bloques de hielo, cascadas y laberintos de rocas que descienden hasta el mar. Imagina la magia de un crucero por los fiordos de Noruega iluminados por la luz nocturna estival. Además, puedes aprovechar para conocer lugares como la encantadora ciudad de Bergen, las antiguas y preciosas casas de madera de Stavanger o la arquitectura art nouveau de Ålesund. La experiencia es alucinante.

No te lo pierdas: un viaje en el tren de Flåm entre cataratas, laderas escarpadas y profundos valles. 

3. Relajarse en la Laguna Azul en Islandia

Existen muchos balnearios termales en Islandia, entre ellos las termas de Mývatn, pero el primer puesto indiscutido se lo lleva la Laguna Azul o Blue Lagoon. Está a 20 minutos en coche del aeropuerto de Keflavík. El complejo te recibe con taquillas privadas, vestuarios, una pequeña tienda y bar y duchas, antes de descubrir la enorme piscina de aguas termales terapéuticas donde bañarse proporciona un placer infinito. Tiene sauna, cascada de masajes y bar, además de un servicio de mascarillas de silicio para el rostro. El mejor momento para visitarla en verano es por la tarde noche, para iluminar esta experiencia sensorial con la cálida luz del sol de medianoche.

No te lo pierdas: date un capricho y saborea una crema de langostinos y un plato de pescado en el restaurante Lava. 

4. Esquí de verano en Noruega

Las estaciones de esquí de verano de Noruega suelen abrir en mayo y, habitualmente, permanecen abiertas hasta el otoño. El centro de esquí de verano de Galdhøppigen es la estación más pequeña, muy famosa por su vertiginoso descenso vertical de 350 m y sus maravillosos paisajes. Otro complejo donde puedes esquiar en verano es el Stryn Summer Ski, situado en el glaciar Tystigbreen. Ofrece pases de varios días, spa y alquiler de material para esquiar. Las sensaciones de esta experiencia son espléndidas, así que anímate, llévate la crema solar y pásatelo en grande.

No te lo pierdas: en Dinamarca practica esquí urbano sobre una incineradora en la curiosa pista CopenHill, Copenhague. 

5. Kayak en Estocolmo

Estocolmo, pintoresca y bonita, está conformada por 14 islas que se comunican entre sí por medio de unos 50 puentes. Su vínculo con el mar es profundo y cotidiano y, por eso, una de las mejores maneras de conocer la capital sueca es remando a bordo de un kayak, principalmente durante el verano. Es posible realizar excursiones en canoa en familia por el serenísimo canal de Långholm y, si lo haces por la tarde, podrás capturar unas imágenes increíbles de la larga puesta de sol que casi no se concreta, porque la luz tenue continúa hasta el amanecer.

No te lo pierdas: si te apasiona la aventura, sal de la ciudad y explora el archipiélago en kayak. ¡Hay 30.000 islas! 

6. Avistamiento de ballenas en Reikiavik

¿Sueñas con ver en directo los majestuosos movimientos de las ballenas? Apúntate a un viaje a Reikiavik, desde donde podrás embarcarte para que tu sueño se haga realidad. Hay excursiones en español y, además de explicarte muchos detalles acerca de la fauna marina de la región, te lo cuentan todo sobre el entorno. Las especies que normalmente se avistan son ballenas jorobadas, ballenas minke, marsopas y delfines de pico blanco. Incluso pueden aparecer ballenas de aleta, orcas, ballenas piloto y tiburones peregrinos. Durante el verano también verás numerosas aves, incluyendo los simpáticos e interesantes frailecillos.

No te lo pierdas: visita el sorprendente museo Whales of Iceland, en el puerto antiguo de Reikiavik. 

7. MTB Iron Curtain Trail desde Finlandia

Vive una experiencia que fusiona deporte, aire libre, camaradería, historia, ecología y cultura siguiendo el curso del Iron Curtan Trail desde la frontera entre Finlandia y Rusia, sobre el mar de Barents, hasta el límite entre Bulgaria y Turquía en el mar Negro. Tendrás que pedalear por la naturaleza, viajar en ferry y andar durante bastantes trechos. La ruta del Telón de Acero se extiende a lo largo de más de 9950 km, y es un recordatorio del valor de la paz y la reconciliación. Es ideal para cicloturistas y atraviesa regiones como la hermosa Laponia, los países bálticos, el norte de Austria y las montañas de la frontera entre Bulgaria y Grecia.

No te lo pierdas: destina tiempo a los museos de la ruta, especialmente a la exposición de Point Alpha, Geisa, Alemania. 

8. Rafting en aguas bravas en Noruega

Son varios los ríos de Noruega que te llaman a la acción descendiendo rápidos a través de frondosos bosques. El rafting se desarrolla, normalmente, en grupos con guías experimentados. Cerca de la reserva natural de Veogjelet, el río Sjoa se arremolina caprichosamente y lo convierte en un lugar ideal para el rafting. Ofrece un divertido y emocionante viaje de 15 a 18 kilómetros sorteando rápidos de clase III a IV. Y en Voss puedes subir a tope la adrenalina superando ríos de clase IV, como el Strandaelva y el Raundaselva. ¡Te encantarán!

No te lo pierdas: sube al teleférico de Voss y en verano podrás practicar senderismo, ciclismo y parapente. 

9. Senderismo en las Islas Feroe

Las Islas Feroe, un archipiélago perteneciente a Dinamarca situado en el Atlántico Norte, entre Noruega e Islandia, es un paraíso para senderistas y apasionados de la naturaleza salvaje e impactante. En verano despliega una luz y un colorido que enamoran a los viajeros ávidos de aventuras. Las islas cuentan con 23 rutas de senderismo bien señalizadas y de todos los niveles. Estas rutas de trekking te permiten conocer lugares tan especiales como el paisaje del faro Kallur, la pintoresca aldea de Saksun, la preciosa cascada Múlafossur y el espectacular lago Sorvagsvatn, sin olvidar Torshavn, la colorida capital, situada en la isla de Streymoy.

No te lo pierdas: una salida en barco para admirar los acantilados y los frailecillos de Vestmanna. 

10. Acampada libre en Suecia

Acampar en Suecia es sinónimo de vivir unos días plenos de aventuras y belleza natural. Se dice que Suecia posee los últimos rincones salvajes de Europa y, cuando los ves, te lo crees. Bosques gigantescos, lagos cristalinos y fenómenos como el sol de medianoche te van a impulsar a explorar regiones como el parque nacional Skull Skogen, donde hay zonas de naturaleza virgen en las que puedes acampar libremente. Eso sí, deja siempre todo tal y como estaba al llegar. Si te apetece huir del mundo, ve a acampar a la isla de Gotland. Descubrirás historias, iglesias austeras como Farö Kyrka, ovejas negras y paisajes rocosos de belleza insólita.

No te lo pierdas: llévate tu tienda de campaña y explora en bici los idílicos campos, prados, bosques y colinas de Skåne. 

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