Este hotel, no es un hotel temático, sino una alegoría a la luna y a la visión que tenía el ser humano del universo en los inicios del Renacimiento. Este pequeño hotel de diseño mestizo y ecléctico, conjuga un elemento milenario, la antigua muralla de la ciudad de Huesca, con otros centenarios como la fachada y los suelos. Todo para conseguir una estancia diferente y mágica.