Qué ver en Alicante: los imprescindibles
La capital de provincia de la Comunidad Valenciana, también referida como la «joya de la Costa Blanca» es una ciudad fotogénica como pocas, con un legado cultural y una identidad forjada por marineros y piratas, por luchas épicas que han dejado un rico patrimonio. Hablan de ellas sus castillos y fortalezas, sus murallas de piedra, sus pintorescas callejuelas y, como no, su resplandeciente litoral de playas de arena fina y clara, de calas por explorar, paseos con palmeras, puertos náuticos y barrios históricos. Cosmopolita y abierta, es uno de los destinos turísticos más visitados del Mediterráneo. Algo tienen que ver su clima templado durante todo el año, sus interminables días de sol (más de 300 al año) y su suculenta gastronomía en la que el arroz protagoniza la mayor parte de los festines. Apúntate lo que ver y hacer en Alicante y prepárate para redescubrir un icono durante todo el año.
Castillos de Santa Bárbara y San Fernando. Arremolinadas principalmente entre el monte de Benacantil, el de Tossa y el cerro de San Francisco, las calles de Alicante rinden pleitesía a dos castillos llenos de historia. Hablamos del castillo de Santa Bárbara, situado en lo más alto de Benacantil, una de las fortalezas medievales más importantes de España, testigo de tantos capítulos de la historia alicantina. Hoy convertido en un interesante conjunto cultural, es digno de visitar, y no solo por sus magníficas vistas. En el otro extremo, la fortaleza de San Fernando se asoma a un paisaje de plazas y parques, de monumentos, museos, mercados, edificios históricos y hasta refugios antiaéreos.
No es de extrañar que esta capital de provincia, bañada por un mar Mediterráneo que toma el nombre de Costa Blanca al tocar tierra, sea uno de los destinos con más tirón de la Comunidad Valenciana: un clima envidiable gran parte del año, playas de arena dorada, un extenso patrimonio cultural y una gastronomía a la que no hacen falta muchas presentaciones son solo algunos de sus atractivos. Apúntate qué ver en Alicante:
Ayuntamiento de Alicante. Toda ruta por su casco antiguo –el popular barrio de Santa Cruz– comienza delante del impresionante edificio de estilo barroco que alberga la actual casa consistorial. También conocido como Palacio Municipal de Alicante, en esta construcción del siglo XVIII destacan las dos torres que flanquean su monumental fachada y salas como el Salón Azul, decorado con motivo de la visita de la Reina Isabel.
Castillo de Santa Bárbara. También en el barrio con más solera de Alicante se encuentra esta fortaleza medieval originaria del siglo XII con importantes vestigios árabes. Ubicada en la parte más alta de la popular montaña «Cara del Moro», se puede subir a ella tanto a pie como por un ascensor habilitado para ello. Las vistas desde arriba merecen la pena.
Concatedral de San Nicolás. Otro de los imperdibles del casco viejo de Alicante es su edificio religioso más importante, una construcción que combina el estilo renacentista herreriano y el gótico valenciano. Construida sobre los restos de una antigua mezquita, en su interior se encuentra la capilla de San Nicolás, patrón de la ciudad.
Paseo de la Explanada de España. Otro de los símbolos más representativos de la ciudad es esta avenida junto al puerto de Alicante y la playa del Postiguet, entre las mejores playas de Alicante junto con la de San Juan o la de Poniente. Lo reconocerás por sus hileras de palmeras y por su característico baldosado con más de 6 millones de teselas tricolor que emulan las olas del Mediterráneo.
Puerto de Alicante. Presidiendo la bahía de Alicante encontramos este puerto de origen cartaginés, cobijo tanto de barcas de pescadores como de embarcaciones de recreo y yates de mayor envergadura y sofisticación. Date un paseo por él al atardecer y disfruta contemplando la bella estampa mientras te tomas algo en uno de los locales de su paseo.
Barrio de Santa Cruz. Epicentro del casco antiguo, este barrio a los pies del castillo de Santa Bárbara de casas encaladas, terrazas de flores, calles empedradas y edificios históricos es un buen punto de partida para descubrir todo lo que ver en Alicante. Entre sus principales atractivos se encuentran el edificio del ayuntamiento de la ciudad, un espectacular palacio barroco del siglo XVIII, la concatedral de San Nicolás, de estilo renacentista herreriano con elementos del gótico valenciano, o la iglesia de Santa Bárbara, la más antigua de la ciudad.
Barrio de Santa Bárbara. Alberga el Triángulo del Arte de Alicante, en el que el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Bellas Artes Gravina (MAC y MUBAG) se llevan gran parte de los visitantes. El primero destaca, además de por encontrarse en el edificio civil más antiguo de la ciudad (1685), por reunir una valiosa colección de arte del siglo XX con obras de artistas tan reseñables como Chillida, Picasso, Dalí y Miró. En el MUBAG, contenidas en un edificio del siglo XVIII, encontrarás principalmente obras de pintores alicantinos de los siglos XVI y XX.
Parques de El Palmeral y de la Ereta, Parque Gabriel Miró y Parque Canalejas. Junto al ya mencionado Parque Canalejas y sus ficus centenarios, el parque del Palmeral, el de la Ereta, con sus bonitas vistas, y el de Gabriel Miró, con su plaza homónima, ofrecen un respiro y una dosis extra de oxígeno en medio de la ciudad.
Isla de Tabarca. Todo viaje a Alicante debe incluir una excursión en barco a esta isla, la única habitada de la Comunidad Valenciana. Además de disfrutar de sus apetecibles aguas –ya sea para un baño relajante o una jornada de esnórquel–, te invitamos a recorrer su pueblo fortificado y a explorar tanto su faro como la Torre de San José.
Alicante, Cuidad del Arroz. Así reza el sello que esconde otro de los grandes tesoros de Alicante: sus platos de arroz. Ya sea seco, meloso o caldoso, a banda, con caracoles y conejo, negro o del senyoret, no puedes dejar de probar la estrella de la gastronomía alicantina, que comparte protagonismo con sus pescados y mariscos.