Burdeos: qué visitar y ver en un fin de semana

Guía para descubrir Burdeos y alrededores

Burdeos, la ciudad con nombre de color bañada por el río Garona, es un destino cultural vibrante con un rico patrimonio arquitectónico, un interesante legado imperial, una gastronomía reseñable y el encanto propio de una de las urbes más importantes de Francia. Escápate con nosotros a la ciudad del vino.

  1. Plaza de la Bolsa
  2. Puerta de la Gran Campana
  3. Catedral y torre de Pey Perlan
  4. Puerta de Cailhau
  5. Puente de Piedra
  6. Barrio de Saint Pierre y de Chartrons
  7. Plaza de Quincoces
  8. Rue Sainte Catherine
  9. Jardín Botánico
  10. Ciudad del Vino

Recorre con nosotros las calles de su casco histórico, del bohemio barrio de Saint Pierre o el no menos afamado barrio de Chartrons. Prueba el vino con denominación de origen más importante de Francia y regálate el sabor dulce de unos «canelle». Esto y mucho más te espera en Burdeos.

1. Plaza de la Bolsa

Uno de los primeros sitios que debes visitar en Burdeos es, sin duda, su elegante Plaza de la Bolsa, ubicada a orillas del río Garona y construida en la primera mitad del siglo XVIII. Un ejemplo grandioso de la arquitectura francesa del siglo XVIII, en ella se encuentra el Palacio de la Bolsa –actualmente la Cámara de Comercio e Industria de la ciudad–. y el conocido como «Miroir d'eau», –literalmente el «espejo en el agua»- que no es otra cosa que el espectáculo de ver reflejada la majestuosidad del palacio en el agua con la que inundan la explanada enfrente a él.

Imprescindible: fijarse también en el edificio de la antigua aduana y la fuente dedicada a las Tres Gracias.

2. Puerta de la Gran Campana

En francés la «Grosse Cloche», es una de las puertas de entrada a la ciudad pertenecientes a la Edad Media que se mantienen en pie desde el siglo XIII aunque, a decir verdad, esta que ves fue construida en el siglo XIV sobre la original del siglo anterior. La encontrarás al final de la Rue Saint James, junto a la no menos importante iglesia de San Eloy, por la que a veces se le conoce. El que fuera campanario del antiguo ayuntamiento, impresiona con su campana de ocho toneladas y las dos torres de 41 metros de altura que la flanquean.

Imprescindible: no te pierdas la veleta dorada que hay en lo más alto, y que representa a un leopardo.

3. Catedral y torre de Pey Perlan

Cuando viajes a Burdeos, uno de los atractivos imprescindibles es la catedral de Saint-André. Se empezó a construir a finales del siglo XI y su estética se corresponde –a pesar de las reconstrucciones posteriores– con el estilo gótico, aunque conserva algunos elementos del templo románico original, como los muros interiores de la nave central. Es posible que te suene porque tiene especial relevancia en el Camino de Santiago francés, del que es una de sus más impresionantes y más importantes catedrales. Te llamarán la atención la representación del Juicio Final de su Puerta Real, así como las agujas de sus dos torres, en especial la de Pey Perlan, desde la que además puedes disfrutar de una bonita panorámica de la ciudad, después de subir, eso sí, los 233 peldaños de su escalera de caracol.

Imprescindible: cuando salgas de la catedral puedes acercarte al vecino Palacio Rohan, actualmente el edificio del ayuntamiento.

4. Puerta de Cailhau

Hemos mencionado ya la puerta medieval más antigua de Burdeos –la de la Gran Campana–, y ahora te queremos hablar de otra de las seis por las que se accedía a la antigua ciudad: la de Cailhau. Levantada a finales del siglo XV, esta torre de estilo gótico-renacentista de 35 metros de altura es la más popular de la ciudad, y hacía las veces de puerta y de arco del triunfo para que pasara la realeza. Hoy en día se puede visitar su interior, una forma muy interesante de conocer parte de la historia de la ciudad. No te pierdas tampoco las vistas que ofrece sobre el río Garona y el Puente de Piedra.

Imprescindible: fíjate en la variedad de elementos decorativos que luce, entre ellos las estatuas.

5. Puente de Piedra

Reconocido hace un par de décadas como Monumento Histórico Nacional, el Puente de Piedra o «Pont Pierre» es el primer puente de la ciudad, y fue mandado construir a principios del siglo XIX por Napoleón Bonaparte. Ese es precisamente el motivo por el que luce 17 arcos de media luna, ni más ni menos: justo las letras que tiene «Napoleón Bonaparte». Con una longitud de 500 metros, fue el único medio para cruzar el Garona hasta los años 60. Más allá de pasear por la orilla del río, un plan ideal para ver la ciudad desde otra perspectiva es hacer una de las excursiones en barco que se ofertan por la zona.

Imprescindible: no te pierdas el puente iluminado de noche.

6. Barrio de Saint Pierre y de Chartrons

No te vayas de la mencionada puerta de Cailhau sin atravesarla y darte una vuelta por el histórico barrio de Saint Pierre, perteneciente al «viejo Burdeos». Caminando por la calle Fernand Philippart llegarás a la Plaza del Parlamento, y en uno de sus laterales, la iglesia que da nombre a esta «parroquia»: la iglesia de Saint Pierre. Deléitate la vista con las bonitas fachadas que rodean la plaza y piérdete por sus calles, algunas con nombres que recuerdan a los antiguos gremios de artesanos. Otro de los barrios emblemáticos que visitar en Burdeos y alrededores es el de Chartron, famoso por ser el más bohemio de la ciudad. Sus edificios te recordarán al París más romántico, y en sus calles, te encontrarás un sinfín de tiendas de moda, galerías de arte, restaurantes y locales de estética «hipster».

Imprescindible: pasear por las calles del barrio de Chartron durante el fin de semana, cuando más ambiente tienen.

7. Plaza de Quincoces

Desde el barrio de Chartrons llegarás casi sin quererlo a esta, una de las plazas más grandes de Francia, y casi de Europa. En sus cerca de 126 mil metros cuadrados tienes de todo: desde un monumento a los girondinos, en memoria de los ciudadanos que sufrieron durante la Revolución Francesa, a una grandiosa fuente con caballos rampantes, pasando por una noria en el otro extremo de la plaza. Fue construida en el siglo XIX sobre la que fuera una de las fortalezas erigidas por Vauban en la ciudad –el castillo de Trompette– finalmente destruido a principios de ese mismo siglo.

Imprescindible: no te pierdas los numerosos conciertos y ferias que se celebran en la plaza durante todo el año.

8. Rue Sainte Catherine

Construida sobre una antigua vía romana, la Rue Sainte Catherine, con sus cerca de 1,5 kilómetros, es una de las calles comerciales –y peatonales, por supuesto– más largas de Europa. Va desde la Place de la Victorie a la Place de la Comédie, y es el lugar perfecto para irse de compras, ya que esté trufada de boutiques de marcas internacionales, desde las típicas de Inditex a otras más exclusivas. Por tener, tiene hasta la mítica tienda de Apple, y unas Galerías Lafayette. Existe igualmente un centro comercial al aire libre, el Promenade Sainte Catherine, y si te sales por algunas de las callejuelas, encontrarás un montón de bares y cafeterías donde reponer fuerzas.

Imprescindible: si te gusta el chocolate, esta es tu zona, porque hay varias chocolaterías.

9. Jardín Botánico

Conocido popularmente como el «Jardin Public», es el parque principal de la ciudad, donde van los lugareños –de cualquier edad– a pasear y descansar. Un espacio verde de 11 hectáreas con zonas de juegos infantiles, el famoso teatro de marionetas de Guignol Guérin, una zona de picnic, un jardín botánico y hasta un Museo de Historia Natural. El plan perfecto para pasar un día en la naturaleza en familia, tiene hasta un bar, «L’Orangerie». Prepárate además para admirar la armoniosa combinación de la arquitectura del siglo XVIII con arroyos, lagos con patos, árboles centenarios y casas señoriales alrededor que enmarcan la bucólica escena.

Imprescindible: si vas con niños, infórmate antes de los espectáculos de guiñol programados para los más pequeños.

10. Ciudad del Vino

No te puedes perder, en una visita a Burdeos y alrededores, la «Cité du vin», un museo relativamente nuevo en el que conocer más a fondo la evolución del vino desde el año 6.000 a. C. hasta nuestros días. En su edificio con forma de decantador se exponen proyecciones en 3D y exhibiciones con la tecnología más actual para ofrecer una experiencia inmersiva y multisensorial. No te pierdas la cata de vinos que se ofrece en su mirador, desde el que además tendrás unas estupendas vistas de la ciudad. Otro interesante museo que visitar en Burdeos es el Museo de Arte Contemporáneo, ubicado en un edificio histórico del centro de Burdeos.

Imprescindible: entérate de los eventos, talleres y seminarios disponibles.

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