Lejos de ser un espejismo en el desierto de Nevada, Las Vegas es muy real. Cuna de la diversión, aquí tienen cabida todo tipo de eventos, convenciones, reuniones, conciertos y espectáculos. En un paseo por su avenida principal, Strip, pasas en pocos metros de estar en Venecia, a tener la torre Eiffel delante, la pirámide de Luxor ante tus ojos o el castillo de Excalibur para echar un torneo para caballeros. A lo largo de sus seis kilómetros se reparten los edificios más coloridos y originales de una ciudad que ha hecho de la despreocupación y la libertad, su mayor máxima. «Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas». O no. Aquí te lo contamos todo.
Al menos así lo afirman desde su departamento de marketing, quienes tienen claro que la marca ya se hace sola, ellos solo la gestionan. Todo el mundo conoce Las Vegas. Su mítico cartel de bienvenida, sus neones, los famosos casinos, las bodas más extravagantes... Pero, ¿y si te dijéramos que aquí también hay museos, artistas callejeros, y hasta un centro «del pueblo» donde encontrar hoteles de estética hispana con muchas menos estridencias que sus vecinos? Estos no son otros que el hotel Circus y su payaso luminoso, del Venetian y sus góndolas, el Bellagio y sus fuentes o el Paris y su torre Eiffel. Casi todos se encuentran a un lado y otro de la avenida principal, la Strip, que vertebra la ciudad a lo largo de seis kilómetros de extensión repletos de casinos, neones y resorts. El «skyline» de juguete que se nos presenta desde el deslumbrante Skyfall Lounge es sin duda una de las imágenes más representativas que te vas a encontrar cuando viajes a Las Vegas. Desde este lugar de ambiente exclusivo y visita casi obligada, todo parece aún más de «cartón-piedra». Además de encumbrarte en la terraza del hotel Delano, tienes que ver el show que lleva años en el «top» de shows en Las Vegas: se llama «Magic Mike Live» y es una irónica representación del mundo de los «strippers» masculinos.
Dejamos la avenida principal para explorar la zona que no todo el mundo conoce. Hablamos de Fremont Street, corazón del «Downtown» de Las Vegas, un pasadizo cubierto con más de 12 000 bombillas y un aire nostálgico que nos traslada a Las Vegas de los primeros años, cuando no había pirámides, montañas rusas ni mucha de la sofisticación actual. Aquí te esperan actuaciones gratuitas, artistas callejeros y hoteles de apariencia muy diferente a lo que estás acostumbrado a ver en la parte nueva de la ciudad. Uno de ellos es el Cortez, y otro –y uno de los más característicos– es el Circus Circus, que lleva desde los años 70 programando actividades de tipo circense y carnavalesco. Para ver lugares míticos, sin embargo, nos tenemos que ir a una de las capillas o «wedding chapels» de Las Vegas Boulevard, donde se celebran unas 4000 bodas al año.