Niza, una ciudad tocada por el sol, el glamur y la abundancia
Capital de la próspera Riviera francesa, Niza es una joya de la reluciente Costa Azul. Es conocida por gozar de sol durante todo el año, por su mares cálidos y su luz suave, características que la han hecho muy atractiva a los ojos de aristócratas ingleses, reyes y artistas como Chagall y Matisse, que antaño crearon obras maestras inspiradas en su exuberante paisaje. Hoy en día, Niza exhibe su encanto exclusivo en sus grandes avenidas, cafés y playas, que atraen a los amantes del lujo, del glamur y de la diversión.
Vistas de la ciudad
Los vuelos desde Londres aterrizan en el aeropuerto de Nice Côte d'Azur, situado a poca distancia del centro de la ciudad. Un paseo por la famosa Promenade des Anglais muestra la elegancia refinada de Niza, adornada por las filas de palmeras que desembocan en la serpenteante playa de arena blanca. Contempla el hermoso Mediterráneo de color turquesa desde la terraza de un café francés auténtico y no tardarás en acostumbrarte a la buena vida.
El casco antiguo de la ciudad, conocido como Vieux Nice, es un hermoso laberinto de casas de tonos suaves que revelan el encanto delicado de su pasado italiano. No te pierdas el mercado de Cours Saleya, lleno de vida, de productos frescos y de flores de colores.
En lo alto de un acantilado escarpado, el Parc du Châteaux, que incluye un castillo en ruinas, parques infantiles y altos árboles como telón de fondo, es el escenario ideal para un pícnic. Observa desde su cima privilegiada las vistas espectaculares de la ciudad, con sus casas pintorescas y su puerto deportivo de lujo lleno de yates que salpican la reluciente Riviera francesa.
Comer y beber
Ninguna visita a cualquier ciudad francesa está completa sin saborear la gastronomía gala y menos todavía si te encuentras en una ciudad como Niza.
Vinivore es un restaurante perfecto para los amantes de la carne, mientras que Chez Pipo es un pequeño bistro con mucho encanto que ofrece deliciosa cocina local en un ambiente refinado. No dejes de almorzar en La Gratta ni de protagonizar una cena romántica en el sofisticado Chez Palmyre. Un exquisito helado de la reconocida Fenocchio Gelateria, mientras disfrutas de un agradable paseo junto al mar, será el excelente punto final del festín.