Roma, una ciudad eterna
Pasear por las calles adoquinadas de la capital de Italia es una experiencia sensorial única: la fragancia de su atmósfera, las abundantes fuentes de agua, las aves revoloteando ante las iglesias imponentes mientras en el cielo resuena el repique de sus campanas. Los cafés de moda ocupan hermosas plazas del siglo XVI y el bullicio desordenado de una metrópolis moderna se mueve a la sombra de un imperio en ruinas que antaño decidió el destino del mundo conocido. La historia de Roma sigue viva.
o "Capital del mundo" durante más de mil años. Sede del Imperio romano en la época antigua y epicentro del poder papal durante el Renacimiento y el Barroco, la ciudad fue el escenario que pisaron algunos de los nombres más destacados de la historia de la humanidad: el de los emperadores y pontífices que detentaron el poder supremo y el de los artistas que crearon obras maestras nunca imaginadas. Roma conjuga el arte refinado, la historia eminente y la gastronomía Ninguna otra ciudad ostenta la grandeza imperial como lo hace Roma, que fue Caput mundisublime para dejarte probar, hoy, el sabor de
Vistas de la ciudad
Los vuelos desde Londres aterrizan en el aeropuerto Leonardo da Vinci de Fiumicino, que no se encuentra demasiado lejos de la ciudad. El magnífico Colosseo, después de 2.000 años, todavía sigue siendo un símbolo del poder romano. Si caminas por sus amplios pasillos y te sientas sobre la piedra desde la que en otra época se contemplaban las escenas de combate violento, apreciarás tanto la excelencia de la ingeniería romana como las emociones que sintieron los ciudadanos de la antigua Roma.
Después de explorar los Fori Imperiali, sube hasta el monte Palatino, donde habitaron algunos de los emperadores, y contempla el Circo Massimo quizá des del mismo punto desde el cual lo hicieron ellos siglos atrás. Ahora no es más que un campo abierto del que no quedan ni tan solo restos, pero sigue siendo el más grande de los estadios jamás construidos.
No te pierdas el Vaticano ni la estupenda cúpula de la Basilica di San Pietro, diseñada por Michelangelo, que domina el paisaje urbano de la Città eterna. Roma rebosa obras maestras y la fortaleza papal acoge una desconcertante variedad de triunfos artísticos. Los Musei Vaticani cuentan con abundantes joyas de renombre mundial y conducen a los inigualables frescos de la Cappella Sistina.
Comer y beber
Spaguetti, pizza y calzone son solo algunos de los platos distintivos de la cocina italiana que puedes degustar en Roma, una ciudad tan rica en gastronomía como en maravillas de la antigüedad. Prueba la pizza recién hecha de Pizzarium o planifica una cena romántica en Casa Coppelle, que sirve carnes suculentas en un ambiente elegante.
Tanto si esperas un festín servido con gracia y estilo como si solo pretendes degustar un aromático espresso, Roma se adapta a todas las necesidades. Aunque, de hecho, no hay nada en el mundo como sentarse en una terraza a saborear un caffelatte con el viejo Pantheon como telón de fondo, mientras las aves migratorias vuelan y bajan en picado entre sus solemnes columnas de mármol.