Reserva uno de nuestros vuelos a Chile y descubre el color, la diversidad y el espectáculo que te ofrece este maravilloso destino de América del Sur.
Vistas con encanto
Algunos de los cielos nocturnos más despejados del planeta se observan desde el norte de Chile. La Serena, por ejemplo, es una zona con diversos observatorios. Participa de una actividad nocturna guiada para acercarte al misterio de las constelaciones y de otros cuerpos celestes del hemisferio sur.
El desierto de Atacama es la parte más árida del país y sus puestas de sol en el horizonte montañoso son una experiencia única. Observa como sus colores cambian desde el marrón caramelo y el rojo oscuro hasta tonalidades rosáceas con matices turquesa.Deporte en la nieve
Los Andes es la segunda cordillera más alta del mundo después del Himalaya y está considerada uno de los mejores lugares para esquiar o practicar el snowboard. Los resorts de Portillo, Valle Nevado y Termas de Chillán acogen tanto a los principiantes como a los deportistas más expertos que descienden desde la cima del Monte San Lorenzo.
La Isla de Pascua
En Rapa Nui, también conocida como la Isla de Pascua, encontrarás estatuas monolíticas o moáis que alcanzan los diez metros de altura. Además de estos angulosos titanes de piedra, extraños y sobrecogedores, tendrás la oportunidad de ver caballos salvajes, disfrutar de dos espléndidas playas, bucear y descubrir la longeva cultura polinesia de la isla.
Pueblos y ciudades llenos de sensaciones
Los núcleos de población de Chile van desde la capital Santiago, donde habitan más de cinco millones de personas, hasta las pequeñas ciudades del sur, como Pucón. Puerto Varas y Frutillar, todavía conservan las influencias de la inmigración de principios del siglo XX procedente de Alemania. Valparaíso representa la antítesis de la planificación urbanística por su surtido improvisado de edificios de colores chillones situados en desnivel, senderos serpenteantes y restaurantes gourmet. Luego está el ambiente relajado de San Pedro de Atacama; con la hermosa sencillez de sus edificios y sus calles polvorientas, seduce a todos los que lo visitan.
Gastronomía y vida nocturna
El caldillo de congrio es un plato costero muy popular que se sirve en una cazuela de barro con un acompañamiento de almejas y mejillones. El chunchules, hecho con entrañas de cerdo y de vaca asadas con manteca y acompañados de pimientos picantes y patatas, no es un plato aconsejable para corazones sensibles ni, por descontado, apto para vegetarianos.
De postre, prueba la llamada chirimoya alegre, que es dulce, cremosa y ligeramente picante, o bien la leche asada, una especie de flan un tanto más firme cocinado en el horno. ¿Y para beber? No te pierdas el pisco, un aguardiente muy fuerte a base de uva que se consume en todo el país.