Hasta ahora desconocida, Albania parece haber emprendido de una vez la carrera turística. Las paradisíacas playas de la Riviera Albanesa –para algunos una «pequeña Tailandia»–, pueblos y ciudades pintorescos como Berat, Gjirokastra o Shkodër, un entorno salvaje y exótico, un legado arquitectónico e histórico innegable y un mosaico cultural de lo más enriquecedor son tan solo algunos de los motivos que le han llevado a colarse entre los destinos turísticos más llamativos de Europa. ¿Quieres conocer sus imperdibles? Toma nota de lo que ver en Albania sí o sí:
Tirana. La capital de Albania es la imagen viva de cómo sobreponerse a la represión a golpe de arte y cultura. Prepárate para disfrutar de galerías de arte y museos, para asombrarte con edificios y plazas históricos, túneles secretos y mezquitas pintadas donde nadie perdona la hora del rezo. Y para cuando caiga el sol, asegúrate un hueco en el antiguo barrio comunista, el «place to be» de la noche tiranesa.
Berat. La «ciudad de las mil ventanas» es uno de los mayores atractivos que ver en Albania. Excepcional en todos los sentidos, regala a quien la visita la estampa de sus casas de blanca fachada y curiosas ventanas asomando en cascada al río Osum. No te pierdas su Museo Etnográfico ni su rotunda ciudadela, aún llena de vida y de obras de arte dignas de visitar.
Gjirokastra. Otro de los lugares que ver en Albania es esta urbe cuyo nombre –«castillo plateado»– hace honor a la fortaleza que la custodia desde lo más alto y que comparte protagonismo y carisma con las iglesias bizantinas de los pueblos de alrededor. Déjate deslumbrar por las brillantes piedras que dieron pie a la leyenda de su castillo, por las casas-fortaleza otomanas que la pueblan y por su bazar de visita obligada.
Shkodër. Es la capital cultural de Albania, una ciudad elegante de aire europeo con un atractivo centro histórico, la antigua mezquita llamada «de Plomo», el gran castillo de Rozafa y un museo de fotografía que da cuenta de la modernidad que se respira en la ciudad. Para desconectar, escapa al lago homónimo que embellece sus alrededores.
Butrinto. Al sur de Albania, ya casi en la frontera con Grecia, se encuentra este parque arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad, un conjunto de gran valor que atestigua el paso de griegos, bizantinos y venecianos por la zona. Si tienes ocasión, completa la ruta arqueológica con una visita a las ruinas de Apollonia y su maravilloso templo de Artemisa.
Kruja (o Krüje). La que fuera primera capital del país de las águilas se nos presenta, majestuosa, como colgada de una ladera, con su castillo dominando el paisaje. De aquí no te puedes perder el museo etnográfico ni el dedicado a Skandeberg, el gran héroe nacional, ni tampoco su longevo bazar, que concentra todo el espíritu otomano de la ciudad.