Qué ver en Israel
Israel es un crisol de culturas, una tierra donde el pasado y el presente se entrelazan y lo hacen de una manera única, para ofrecer a los viajeros una experiencia inolvidable. Desde las antiguas calles de Jerusalén, donde la historia cobra vida en cada rincón, hasta las costas del Mar Muerto, donde puedes flotar en aguas saladas como en ningún otro lugar del mundo, Israel está repleto de tesoros invaluables.
Allí podrás explorar los sitios religiosos más sagrados del mundo, como el Muro de los Lamentos y la Iglesia del Santo Sepulcro, contemplar paisajes memorables como el Mar de Galilea, o descubrir su lado más moderno e innovador en Tel Aviv, una ciudad con una escena cultural en constante evolución y una apasionante vida nocturna. Y qué decir de su deliciosa gastronomía, su animada música y la hospitalidad de su habitantes, que te harán sentir como en casa. Dinos, ¿te apuntas a un viaje inolvidable a la cuna de la historia?
Jerusalén, una ciudad repleta de historia: Jerusalén fusiona la historia con la espiritualidad y lo hace en un entorno de calles adoquinadas y monumentos ancestrales, como el Muro de los Lamentos o una de sus calles más comerciales, el Cardo, ubicados en la parte vieja. Pero no te ciñas a esta zona de la ciudad, ya que otras áreas, como el barrio judío, el barrio cristiano, el barrio musulmán y el barrio armenio también rebosan de atractivos. Entre ellos, la sinagoga Hurva, la Iglesia del Santo Sepulcro o la Catedral de San Jacobo.
El Mar Muerto: Si buscas un destino único en Israel, el Mar Muerto no te va a decepcionar. Además de sus atractivos naturales, la experiencia de bañarse en él otorga una sensación de ingravidez especial gracias a su alto grado de salinidad, y sus lodos minerales tienen fama mundial por sus propiedades beneficiosas para la salud. El contraste entre las aguas azules y las colinas áridas lo convierten en un escenario muy pintoresco durante los atardeceres, y en sus alrededores puedes encontrar lugares históricos como la fortaleza de Masada o las cuevas de Qumrán.
Tel Aviv, la metrópoli costera: Esta ciudad es conocida por su vibrante escena cultural y su animada vida nocturna, que podrás descubrir por la zona de Rothschild Boulevard, repleta de restaurantes y discotecas. Pero primero, durante el día, no te pierdas otros lugares carismáticos, como el Mercado Carmel, perfecto para comprar productos frescos, objetos tradicionales y probar la comida callejera más auténtica de Israel, o el barrio de Neve Tzedek, famoso por sus coloridas casas tradicionales y sus agradables calles, perfectas para pasear. Y, si prefieres relajarte bajo el sol, las playas más concurridas son las de Gordon y Frishman.
El Desierto de Néguev: Ubicado en el sur de Israel, este enorme paraje alberga una oferta inmensa de posibilidades para los amantes de la naturaleza. Uno de los puntos destacados es el Parque Nacional de Timna, con escenarios únicos para fotografiar y formaciones rocosas de gran tamaño, como el gran arco de roca o las antiguas minas de cobre. También es muy famoso el cráter Ramon, que se asemeja a un paraje lunar y que permite hacer rutas de senderismo alrededor de su circunferencia, aunque las rutas más populares te llevarán al Cañón de Ein Avdat, un rincón espectacular para explorar y hacer fotos.
La gastronomía más auténtica: La cocina de Israel es un auténtico festín de sabores y texturas, reflejo de la diversidad histórica y cultural de esta región. Con influencias de Oriente Medio, Europa del Este, África del Norte y Asia, nos regala delicias como el imprescindible hummus de garbanzos, los falafel, el shawarma o la shakshuka, que es uno de los desayunos más nutritivos y sabrosos que te puedes imaginar, elaborado con huevos escalfados en salsa de tomate picante. Y si te gusta el vino, no dejes de probar alguno de los elaborados allí, con una calidad y una fama cada vez mayores.